El 24 de abril de 2013 llegó al mundo la persona más importante de mi vida, mi hijo Rubén. Los primeros meses de maternidad, con todo lo que ello implica (pecho a demanda, horas de no dormir, cólicos del lactante, dentición etc...) son caóticos y te exigen dedicación exclusiva. Esto provoca que día a día tu personalidad se esconda en un rinconcito recóndito de tu interior.
En este tiempo mi única preocupación ha sido el bienestar de mi bebé. En 8 meses no he tenido fuerzas para leerme un libro. Cuando he tenido un hueco solo he querido dormir. Pero ahora todo se va normalizando, mi hijo ya va teniendo más autonomía. Hemos empezado con la alimentación complementaria y con ella las tomas de pecho van alargándose, los cólicos han desaparecido, los dientes ya han hecho acto de presencia y los horarios de dormir ya están más asentados. En definitiva, mi niño se hace mayor y ya puedo encontrar más tiempo para mí. Todo ello, ha hecho que sienta las ganas de retomar mis gustos e intereses. Y no veo mejor forma de hacerlo que escribiendo este blog enfocado sobre todo al arte y la historia, donde daré rienda suelta a mi creatividad.
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